Bajo el férreo control de Nicolás Maduro, la oposición venezolana se enfrenta a una feroz batalla para destronarlo en las elecciones presidenciales del 28 de julio. Una de las víctimas de las artimañas del régimen es Corina Yoris, una respetada académica de 80 años, quien fue injustamente bloqueada en su intento de inscribirse como candidata en representación de María Corina Machado. A pesar de las adversidades, Yoris mantiene la esperanza y cree que el exdiplomático Edmundo González Urrutia, el nuevo candidato de la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática PUD, tiene el respaldo ciudadano necesario para triunfar.
En una entrevista exclusiva con nuestro medio, Yoris reveló que el chavismo impidió su inscripción al alegar que ella y su equipo no pudieron acceder al sistema, una excusa que Yoris considera infundada y llena de miedo, ya que su candidatura tuvo una gran acogida. A pesar de la decepción, Yoris sigue involucrada en la política y está convencida de que la oposición tiene posibilidades reales de vencer a Maduro.
La académica advierte sobre los tres escenarios plausibles que el régimen podría utilizar para perpetrar un fraude: el fraude en sí, el rechazo a reconocer la victoria de la oposición y la creación de obstáculos durante el largo periodo entre la proclamación de los resultados y la juramentación. Además, Maduro ha dejado en claro que no tiene intención de abandonar el poder, lo que aumenta la preocupación sobre la transparencia de las elecciones, especialmente después de la suspensión de la invitación a los observadores electorales de la Unión Europea UE.
A pesar de las dificultades, Yoris y la PUD confían en que la participación de testigos y la presencia de gente que defienda los votos dificultará que el chavismo manipule las actas. La oposición ha logrado una unión sin precedentes, y aunque existen diferencias, han logrado mantenerse unidas en pos de un objetivo común.
El reto más grande para la oposición será el momento de transición posterior a las elecciones, ya que el régimen controla todos los poderes y una victoria amañada de Maduro podría desatar una nueva oleada migratoria, afectando gravemente a la región latinoamericana. La comunidad internacional también tiene un papel crucial que desempeñar para garantizar un proceso justo y transparente.
En última instancia, el futuro de Venezuela depende de la unidad y la determinación de la oposición, así como del apoyo de la comunidad internacional. La lucha por la democracia y la justicia en Venezuela continúa, y solo el tiempo dirá si la oposición será capaz de superar los obstáculos impuestos por el régimen de Maduro.