México requiere abordar de manera integral y sostenible diversas problemáticas, especialmente aquellas relacionadas con la salud pública, insta Mariana Isabel Valdés, jefa de la carrera de Nutriología de la FES Zaragoza de la UNAM. La especialista subraya la necesidad de analizar y atender estas cuestiones desde una perspectiva de sostenibilidad, en la que la prevención juegue un papel fundamental.
Un área de especial preocupación es la alimentación, la cual, según Valdés, desempeña un rol clave en la prevención y atención de la salud. Sin embargo, el panorama no es alentador, ya que los datos de la Ensanut indican un aumento sostenido en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en escolares y adolescentes entre 2006 y 2023. En concreto, el sobrepeso en escolares disminuyó ligeramente de 20,2% a 19,0%, mientras que la obesidad aumentó de 14,6% a 17,5%. En adolescentes, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad aumentó de 33,2% a 40,4%.
La especialista también destaca que el hábito de consumir bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados es un problema creciente, especialmente entre los escolares y adolescentes, cuyos padres también adoptan estas prácticas. Esto genera una asociación entre las conductas y el índice de masa corporal, perpetuando el problema de la obesidad y el sobrepeso.
Valdés explica que las tendencias en obesidad y sobrepeso en México se remontan a los años ochenta y están relacionadas con la inactividad física y el cambio en los hábitos alimentarios de la población. La dieta mexicana ha evolucionado hacia un patrón en el que predominan los ultraprocesados, desplazando a alimentos más saludables como las leguminosas. Además, la competitividad en costos y la accesibilidad de los alimentos influyen en las decisiones de consumo, ya que muchas veces resulta más fácil y económico adquirir alimentos ultraprocesados de baja calidad nutricional.
En este contexto, los especialistas recomiendan a las autoridades sanitarias implementar regulaciones estrictas sobre la publicidad de alimentos poco saludables y bebidas azucaradas dirigidas a escolares y adolescentes, fortalecer las normativas de etiquetado y promover campañas de comunicación para que las familias tomen decisiones informadas. Asimismo, abogan por políticas fiscales que hagan más accesibles los alimentos nutritivos y más costosos aquellos poco saludables, incluyendo impuestos a las bebidas azucaradas y alimentos poco nutritivos.
Sin embargo, enfrentar estos retos no será fácil, ya que la industria alimentaria, que se opuso al nuevo etiquetado de sus productos, tiene un gran poder y fuerza en México. La experta subraya la necesidad de un sistema de salud sostenible y centrado en la prevención, ya que la prevención es mucho más económica que la curación.