El empresario argentino-mexicano, Carlos Ahumada Kurtz, se presentó ante el juez de ejecución en el Reclusorio Norte para discutir la posible prescripción de una sentencia condenatoria por el delito de fraude genérico. Ahumada, quien fue extraditado desde Argentina el 16 de julio, vistió un traje oscuro y estuvo acompañado por su abogado, Enrique Ostos, y su hijo, Carlos Emiliano Ahumada.
La Fiscalía General de Justicia FGJ acusa a Ahumada de adeudar una pena de un año, 10 meses y 23 días por fraude genérico, pero el empresario argumenta que la sentencia ha prescrito. El juez Rubén Godínez Cerón será el encargado de determinar la validez de los argumentos presentados por la fiscalía.
Es importante destacar que, incluso si el juez declara procedentes los argumentos de la fiscalía, Ahumada no puede ser detenido debido a una suspensión definitiva concedida por el juez Erick Zabalgoitia el 30 de julio. Esta suspensión protege a Ahumada de ser aprehendido, detenido o obligado a comparecer por la Fiscalía General de la República y la Fiscalía capitalina.
El fraude genérico se refiere a un delito en el que una persona obtiene un beneficio económico a través de engaños o mentiras. En México, este delito se castiga con una pena de prisión que puede variar de tres meses a seis años, así como con una multa. Sin embargo, si el fraude supera los 250 días de salario mínimo, la pena puede aumentar hasta a 12 años de prisión.
A pesar de la acusación de fraude genérico, Ahumada no ha sido encarcelado debido a la suspensión definitiva concedida por el juez Zabalgoitia. La fiscalía capitalina también solicita una reparación del daño de aproximadamente 30 millones de pesos, pero no se ha informado si Ahumada ha cumplido con esta solicitud.