Las bolsas de valores de todo el mundo experimentaron caídas significativas el 5 de agosto de 2024, con el índice Nikkei de Japón registrando una pérdida de 13%, superando el desplome del lunes negro de 1987. Los índices SP, Dow Jones y Nasdaq de Wall Street también experimentaron caídas cercanas al 3%. Estos acontecimientos han llevado a diversos analistas a atribuir la causa principal a los temores de una recesión en los Estados Unidos, derivada del aumento del desempleo en ese país, que alcanzó el 4,3% en julio, el nivel más alto desde 2021.
El economista César Salazar, doctor en economía por la UNAM, ha señalado que factores adicionales, como las tensiones en Medio Oriente y la posibilidad de ajustes en las tasas de interés de los bancos centrales mundiales, también están contribuyendo a la inestabilidad de los mercados. En Japón, por ejemplo, un posible aumento en la tasa de interés podría tener un impacto significativo debido a su alto nivel de deuda y a que una gran parte de sus tenedores son japoneses.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha declarado que la nación latinoamericana puede resistir los embates mundiales gracias a sus reservas en diversos activos y a la fortaleza de su divisa durante su mandato, que termina en septiembre. Sin embargo, el peso mexicano se ha debilitado desde las elecciones presidenciales de 2023, pasando de 16 unidades por dólar a 19,39 unidades por dólar el 3 de agosto de 2024.
En resumen, la inestabilidad económica y geopolítica global, así como el aumento del desempleo en los Estados Unidos, están contribuyendo a las caídas en las bolsas de valores de todo el mundo. Aunque México ha logrado mantener una cierta estabilidad, el peso de la nación se ha debilitado desde las elecciones presidenciales de 2023.