Un Drama Familiar: Ácido y Sangre en el Hogar de los Barón Biza
Un domingo fatídico en 1964, el departamento del edificio Esmeralda 1256, ubicado en el 8° piso, se convirtió en el escenario de un escalofriante drama conyugal. Raúl Carlos Barón Biza, un millonario heredero de una fortuna familiar, citó a su esposa, Rosa Clotilde Sabattini, quien había viajado especialmente desde Córdoba, con el propósito de discutir la división de bienes y el divorcio definitivo. Sin embargo, la cita terminó en una terrible tragedia.
En la biblioteca y escritorio del departamento, Barón Biza y Sabattini, junto con sus respectivos abogados, se reunieron para discutir los términos del divorcio. Tras un breve intercambio de bebidas, el ambiente se tensó cuando Raúl, sin previo aviso, arrojó el contenido de su vaso en el rostro de su esposa. El líquido, que resultó ser una mezcla de whisky y ácido cáustico, le causó a Clotilde quemaduras graves en el rostro, el cuello y otras partes del cuerpo.
La vida de Rosa Clotilde Sabattini de Barón Biza se convirtió en un infierno físico y emocional a partir de ese ataque. A pesar de los esfuerzos de los médicos, tanto locales como europeos, no pudieron reconstruir su rostro ni devolverle la vida que había perdido. En 1978, desesperada y sin esperanza, se quitó la vida arrojándose por la ventana del mismo departamento donde había sufrido la agresión de su marido.
Mientras tanto, Raúl Carlos Barón Biza, presa de un insoportable remordimiento y soledad, se quitó la vida ese mismo día, luego de cometer el atroz acto, pegándose un tiro en la sien derecha.
Este trágico suceso puso fin a una relación marcada por el amor y el odio, y dejó a tres hijos sin padres y una familia destrozada. La historia de los Barón Biza es un recordatorio sombrío de las consecuencias devastadoras de la violencia doméstica y el dolor que deja en su estela.