Increíble pero cierto Un valiente ciudadano de Corrientes, harto de los continuos asaltos de un delincuente, decidió tomar la justicia en sus propias manos y le quitó la vida. Actualmente, el hombre se encuentra en prisión domiciliaria, mientras que su familia lucha por sobrevivir.
Silvana, la esposa del justiciero, no se rinde y sale a vender comida para mantener a sus hijos y costear los gastos del abogado defensor. Mi hijo de cuatro años quedó traumado y está en terapia. Mis hijos saben lo que pasó y es difícil explicarles por qué su padre está en esta situación, confesó Silvana en una entrevista con Radio Dos.
La historia de Carlos, el justiciero de Corrientes, conmovió a todo el barrio y sus vecinos decidieron ayudarlo. Ahora, se turnan para vender arroz con pollo y tortas en la calle, con el objetivo de recaudar fondos para el abogado defensor de Carlos. No tenemos trabajo estable y no recibimos ninguna ayuda. Ahora me toca a mí y no voy a bajar los brazos, afirmó Silvana con determinación.
El delincuente asesinado había entrado a robar a la casa de Carlos en dos ocasiones, pero la policía solo lo detuvo por unas horas. La impunidad y la falta de respuesta de las autoridades llevaron a Carlos a tomar la justicia por su cuenta. Mi mamá y papá están al cuidado de mis hijos para que pueda trabajar y los vecinos nos ayudan con la mercadería, agradeció Silvana.
La historia de Carlos y Silvana nos muestra la difícil situación que viven muchas familias en Argentina, donde la delincuencia y la falta de justicia llevan a los ciudadanos a tomar la justicia por su cuenta. Sin embargo, también nos enseña la solidaridad y el apoyo de una comunidad unida en momentos difíciles. Bravo por los vecinos de Carlos y Silvana