Andrés Pillín Bracamonte, de 53 años y líder de la barra de Rosario Central, fue sepultado en el cementerio El Prado de la localidad de Pérez, en una ceremonia íntima a la que asistieron cerca de diez familiares. La incertidumbre sobre el lugar de su entierro duró varias horas, ya que muchos cementerios y cocherías se negaron a recibir su cuerpo por razones de seguridad.
El domingo por la tarde, el cuerpo de Pillín seguía en el Instituto Médico Legal, donde se le practicó la autopsia, y su destino era incierto, ya que se habían contactado con alrededor de 19 cocherías o velatorios sin éxito. Sin embargo, cerca de las 10 de la noche, se confirmó su traslado al cementerio El Prado en un operativo realizado bajo estricta reserva.
La decisión de enterrarlo en Pérez se debió a las preocupaciones de los vecinos sobre posibles represalias y enfrentamientos entre bandas en respuesta al doble crimen ocurrido el sábado por la noche. Un grupo reducido de familiares despidió a Pillín en un adiós rápido y discreto para minimizar los riesgos de confrontaciones. Además, se informó que se reforzaron los patrullajes en la ciudad de Rosario para prevenir conflictos adicionales.
En una entrevista previa, Pillín había insinuado que su muerte podría desencadenar violencia en la ciudad, declarando que si lo mataban, Rosario se incendiaría. Hacía referencia a la banda narco Los Menores, que, según las investigaciones, estaría involucrada en su asesinato. Pillín había sobrevivido a casi 30 intentos de asesinato, y finalmente fue asesinado junto con su colega Daniel Rana Attardo después del partido de Rosario Central con San Lorenzo el sábado por la noche.,