Durante dos semanas, Sofía Delgado ha estado desaparecida y la investigación ha comenzado a dar detalles impactantes. En las últimas horas, la policía ha arrestado a una pareja y ha descubierto manchas de sangre en una chaqueta y juguetes sadomasoquistas que podrían estar relacionados con el caso. El hombre de 35 años y la mujer de 29 fueron detenidos en una casa en la ciudad de Pergamino, Buenos Aires, a unas dos horas de San Lorenzo, Santa Fe, donde vivía la víctima.
El operativo de búsqueda contó con la ayuda de la unidad canina de los bomberos Zapadores. Los detectives inspeccionaron las dos habitaciones, la cocina, el comedor, el patio y los dos baños. Después, uno de los perros marcó insistentemente un mueble en uno de los baños. Allí, los detectives encontraron ropa envuelta en sábanas, incluyendo una chaqueta blanca y negra con una mancha roja. Tras analizar la prenda con luminol, confirmaron que se trataba de fluidos biológicos. La chaqueta fue incautada y llevada al laboratorio para su análisis.
Sofía Delgado fue vista por última vez el 30 de octubre. Otra pista que llamó la atención de los detectives fue la presencia de juguetes sexuales relacionados con prácticas sadomasoquistas. Fuentes de la investigación confirmaron a TN que Sofía conocía al sospechoso detenido y sugirieron la posibilidad de que tuvieran una relación oculta. Además, se incautaron celulares, un pendrive, discos duros y dos portátiles.
La fiscal del caso, Carlos Ortigoza, ordenó procedimientos en una propiedad ubicada en Hipólito Yrigoyen al 2700, en San Lorenzo, y otro en Puerto San Martín, una localidad cercana donde el teléfono de la joven tuvo actividad por última vez antes de perderse el rastro.
Sofía Delgado desapareció el miércoles 30 de octubre, después de salir de su casa en San Lorenzo para ir al kiosco y no regresar. Familiares, amigos y vecinos marcharon para pedir su aparición. La abogada de la familia, Sofía Borletto, dijo a Arriba Argentinos que Sofía solo llevaba una riñonera con el celular, y que no se había llevado ningún otro documento o pertenencia que sugiriera que tuviera la intención de irse. El teléfono de Sofía está apagado, pero antes de dejar de emitir señal, la joven le envió un mensaje a su pareja, Lázaro Romero. Después de tomarle declaración y verificar su coartada, el fiscal afirmó que no había indicios que lo vincularan con la desaparición de su novia.,