En Cuba, se destaca la importancia de que las empresas, incluyendo las estatales, destinen parte de sus ingresos a actividades sociales y medioambientales. Tradicionalmente, las cooperativas agropecuarias en el país han apoyado a sus comunidades de diversas maneras, como la entrega de alimentos a personal médico, enfermeros y profesores, y la reparación de escuelas primarias. Estas cooperativas tienen cierta autonomía para crear reservas a partir de sus utilidades y gastarlas en iniciativas de este tipo.
Recientemente, Tatamanía se ha convertido en la primera mipyme privada aprobada en Cuba para brindar servicios de cuidado a adultos mayores, personas con discapacidad, enfermos y niños. La empresa, que actualmente tiene oficinas en seis provincias, se enfoca en brindar ayuda a un sector de la población cuya vulnerabilidad ha aumentado debido a la migración y el envejecimiento de la población.
Además, se ha formado una comunidad llamada De todo un Team que involucra a diferentes formas de gestión con el objetivo de crecer juntos y promover la responsabilidad social empresarial como estilo de vida. Esta comunidad está integrada por 60 representantes del sector privado y más de 150 colaboradores, y sus propuestas parten del criterio de la propia comunidad. Las acciones del primer semestre del año están orientadas a la infancia, y durante el segundo semestre se centran en los abuelos y abuelas.
Por otro lado, se ha creado una plataforma de diálogo entre jóvenes en Cuba, con el objetivo de impulsar un espacio de discusión y participación en la Cumbre del Futuro de la ONU. Esta iniciativa busca involucrar a los jóvenes en la toma de decisiones y fomentar su participación en temas globales.,