La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, que reúne a 38 países con economías avanzadas y emergentes, ha publicado su informe de perspectivas económicas, en el que predice una consolidación de la recuperación de la economía global. La OCDE destaca el crecimiento sostenido registrado durante el primer semestre del año y prevé un crecimiento del 3,2% en 2024 y 2025, impulsado por las potencias asiáticas y euroasiáticas.
La India, Indonesia, China y Rusia lideran los índices de crecimiento para 2024, con un crecimiento del 6,7%, 5,1%, 4,9% y 3,7%, respectivamente. Por su parte, España será el país occidental con el mayor aumento de su Producto Interior Bruto PIB, con un crecimiento del 2,8% en el presente año y del 2,2% en 2025. Esta previsión supone un alza de un punto entero respecto al informe de predicciones de mayo y coincide con las estimaciones del Banco de España.
El crecimiento del PIB español contrasta con el estancamiento de Alemania, que solo crecerá un 0,1%. El Instituto Nacional de Estadística INE ha revisado al alza el crecimiento del primer trimestre y ha constatado un aumento del 0,8% en el segundo, lo que supone un crecimiento interanual del 3,1%. La demanda nacional ha aportado 2,4 puntos y la externa ha contribuido con 0,7 puntos.
Sin embargo, el crecimiento económico no se refleja en los salarios, ya que el salario más extendido en España es de 14.586 euros brutos anuales, lo que sitúa al país en una situación similar a la de la eurozona en 1998 en términos de productividad por hora trabajada. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha declarado que los salarios en España están recuperando poco a poco su poder adquisitivo, pero el economista Nacho Álvarez ha señalado que, desde la década de 1990, los beneficios derivados de la actividad laboral no se reparten en el mercado de trabajo, lo que afecta a la justicia social y a la sostenibilidad del crecimiento económico.,