Los retrasos en la entrega de dos proyectos militares españoles emblemáticos, los submarinos de ataque de clase S-80 y los vehículos blindados de combate sobre ruedas Dragón, han generado preocupación en el Ministerio de Defensa. La ministra, Margarita Robles, visitó recientemente los astilleros de Navantia en Cartagena para abordar los retrasos en la entrega de los submarinos, y se anunció que la entrega del segundo sumergible se pospondrá hasta la segunda mitad de 2025. Estos retrasos también afectan la selección y formación de las tripulaciones de los nuevos submarinos y extenderán la vida operativa del único sumergible disponible de la clase anterior.
El programa de construcción de submarinos S-80 ha experimentado contratiempos y retrasos desde su inicio en 2005, lo que ha resultado en un sobrecosto significativo. El mismo día en que la ministra Robles visitó los astilleros de Navantia, el comité de empresa de la compañía difundió un comunicado en el que culpaba a la subcontratación y a la falta de personal cualificado por los retrasos.
El otro programa de sistemas de armas que ha experimentado retrasos es el suministro de los nuevos vehículos de combate sobre ruedas VCR Dragón. Su fabricación comenzó a pergeñarse en 2007, y el contrato ascendió a casi 2.100 millones de euros. Sin embargo, la entrega de los primeros cinco demostradores tecnológicos y las primeras 13 unidades se ha retrasado. Además, en febrero de 2022, Santa Bárbara Sistemas despidió al 10% de su plantilla, lo que podría afectar aún más la producción.
Estos retrasos contrastan con la celeridad con la que el Gobierno español ha entregado diversos armamentos a Ucrania, aun cuando es necesario su previo reacondicionamiento. En 2024, España acordó la entrega a Kiev de armas de fabricación extranjera y nacional por valor de 1.129 millones de euros.
La oposición ha criticado los retrasos en la producción de los VCR Dragón y ha acusado al Gobierno de autorizar la fabricación en serie sin estudiar los posibles fallos de los prototipos. También han señalado irregularidades en el proceso de elección de las empresas responsables de la fabricación del vehículo.
Los VCR Dragón son de gran importancia para España, ya que sustituirán a los blindados ligeros BMR, obsoletos desde 2007, y estarán equipados con un cañón de 30 mm, un lanzador de misiles Spike y una ametralladora de 7,62 mm. Además, el sistema de misión adosado proporcionará una conciencia situacional digitalizada y producida íntegramente en España, lo que permitirá al mando del vehículo tomar decisiones rápidas en tiempo real.,