Inició el proceso judicial por el asesinato de Joselin Mamani, una niña de 10 años que recibió 74 puñaladas en Lonchamps. La fiscalía acusa a la madre de la menor, mientras que la defensa señala a Carlos Correa, el padrastro, como el verdadero autor del crimen. El 7 de enero de 2019, Zaida Mamani, de 37 años, salió de su hogar para dirigirse al banco y le preguntó a su hija si la acompañaría. Al regresar, se encontró con una escena espeluznante: su hija yacía muerta sobre un charco de sangre. La autopsia confirmó que la niña recibió 74 puñaladas, 17 de ellas en la cara.
La investigación apuntó a tres sospechosos: Zaida Mamani, Carlos Correa y Rubén Correa, hijo de Carlos y pareja actual de Zaida. La puerta no había sido forzada, lo que sugiere que el asesino tenía acceso a las llaves de la casa. La fiscalía desestimó las versiones presentadas por el abogado defensor de Zaida y dividió la investigación en dos causas separadas: una para los dos Correa y otra para Mamani. El 3 de julio, se elevó a juicio la acusación contra Mamani, quien se convirtió en la única imputada en el caso.
El viernes 16 de agosto se llevó a cabo la primera audiencia, donde se realizaron los alegatos de apertura. Se espera que el juicio tenga tres jornadas adicionales antes del veredicto, cuya fecha aún no se ha anunciado. La fiscal que llevó el caso, Marcela Dimundo, insistió en la culpabilidad de Zaida Mamani, pero Ernesto Flores, abogado de la acusada, criticó su presentación. Desde el entorno de Zaida, se cree que el padrastro asesinó a la niña como una forma de venganza contra su expareja.
El juicio se reanudará en septiembre con una segunda audiencia, donde se estudiarán los testimonios de los testigos. También se realizarán pericias en los teléfonos celulares de los involucrados, se revisará la autopsia de Joselin y se llevarán a cabo pericias psicológicas contra la única acusada por el crimen. La defensa ha anticipado que presentará un perito de parte para las pericias psicológicas.
Desde la defensa de Zaida, se ha cuestionado la investigación, alegando que la escena del crimen estuvo contaminada y que se perdieron pruebas importantes. Además, se ha criticado la falta de investigación del entorno familiar y la intención de cerrar rápidamente el caso. La defensa de Zaida ha presentado sus teorías y pruebas para demostrar la inocencia de su clienta y la culpabilidad de Carlos Correa.