Mientras se debate sobre el cambio en la edad de imputabilidad en el sistema penal juvenil, el maltrato infantil sigue sin estar tipificado como delito en el Código Penal argentino. Esto significa que no existen condenas directas por este motivo y que el daño físico y emocional a un niño o niña no es considerado como agravante de otros delitos. Un reciente caso en Río Gallegos, donde un padre y su pareja fueron condenados por torturar a sus tres hijos, ha vuelto a poner en evidencia esta falta en la legislación penal.
La pareja, cuyos nombres completos no se mencionan para evitar la revictimización de los menores, recibió una condena de 7 y 12 años de prisión, respectivamente, por lesiones graves agravadas por amenazas, alevosía y malos tratos. Sin embargo, esto se produjo después de que previamente hubieran sido juzgados por lesiones graves calificadas por ensañamiento y alevosía, amenazas y reducción a la servidumbre. Ambas calificaciones legalmente desnudan la falta de una perspectiva de niñez en el sistema penal argentino.
El foco está puesto en las lesiones y no en la edad de las víctimas, su condición de niños o en el vínculo parental con los imputados. En el Código Penal se han incorporado la Ley de Identidad de Género y el odio a la orientación sexual, pero nada se ha hecho sobre la infancia. Joaquín Cabral, juez de la causa conocida como La casa del horror, lo ha calificado como un problema legislativo y no judicial.
Cabral está impulsando un proyecto para incorporar como figura delictiva el maltrato infantil o que sea un agravante de otros delitos, con el propósito de que sea tratado en el Congreso de la Nación. Sin embargo, hasta ahora ninguna propuesta similar ha logrado avanzar en el órgano que ejerce el poder legislativo federal del país.
El maltrato infantil sigue siendo una realidad preocupante en Argentina y en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, el maltrato infantil abarca abuso físico, emocional, sexual, desatención y explotación, y afecta la salud, desarrollo y dignidad de menores de 18 años. En Argentina, un estudio de Unicef revela que en el 59% de los hogares con menores la violencia es naturalizada como método de crianza.
Es importante denunciar cualquier caso de maltrato infantil. La forma más directa es a través de la línea 102, que ofrece un servicio gratuito y confidencial, de atención especializada en los derechos de niños y adolescentes. También se pueden realizar denuncias de abuso sexual y se puede llamar si necesitás ayuda por algo que te pasa en tu casa, en la escuela, o en otro lugar donde te cuidan o hacés alguna actividad. Es gratis y no necesitás decir tu nombre.