La provincia de Santa Cruz ha sido sacudida por el descubrimiento de un siniestro crimen: el cuerpo de un empresario, Nelson Ariel Romero, fue encontrado enterrado en un terreno baldío en Río Gallegos. Romero, de 56 años y originario de Villa de Merlo, San Luis, era conocido y querido en su comunidad de origen, donde había trabajado como director de Deportes del Municipio y concejal, y era dueño de un kiosco en el centro de la localidad.
La última vez que se le vio con vida fue el lunes 19 de agosto, cuando salió de su casa en su camioneta Ford Ranger blanca, acompañado de su perro bulldog francés. Al día siguiente, la policía encontró su vehículo con las ventanas rotas y manchas de sangre en el interior, en el pasaje El Salvador y Estados Unidos. El perro fue encontrado cerca del barrio Marina.
Después de una búsqueda intensiva, el cuerpo de Romero fue hallado en un terreno del barrio Ayres Argentinos de Río Gallegos el viernes 23 de agosto. El vocero policial, Elbio Ramírez, explicó que el cadáver estaba semienterrado y cubierto con tierra, y que se descubrió durante un rastrillaje cuando se vio un montículo que parecía vegetación, pero resultó ser un montículo de tierra que cubría parcialmente el cuerpo.
La principal hipótesis de la Justicia es que Romero fue asesinado, dado que se encontraron manchas de sangre en la casa de Gallardo y en la camioneta de Romero. Hasta ahora, solo hay un detenido: José Daniel Cabrera Gallardo, un suboficial del Ejército de 27 años, quien es el único sospechoso y la única persona que podría haber estado con Romero antes de su desaparición. Si se encuentran más pruebas, es posible que haya más detenciones en el futuro.
Esta noticia ha conmocionado a la comunidad de Villa de Merlo, donde Romero era muy querido y respetado. El periodista Juan Carlos Christiansen, amigo de la víctima, dijo en declaraciones radiales que todos conocían a Romero como Ariel el de El Oso por el nombre de su local. Christiansen lo describió como una persona siempre comprometida con la comunidad.