La erupción de un volcán en el suroeste de Islandia ha dejado imágenes sorprendentes por su belleza y peligro, según informa la agencia de noticias AP. La grieta de donde emerge el magma tiene una longitud de 1,5 kilómetros, aunque horas más tarde se amplió a 3,9 kilómetros en solo 40 minutos.
La lava se desplaza a una velocidad de 6 kilómetros por hora, lo que representa una amenaza para la zona evacuada, en la que solo se permite la presencia de equipos de rescate y personal de medios locales. Aunque se ha informado de un terremoto cerca de la ciudad de Reikiavik, aún no se ha confirmado su relación con la erupción.
Este volcán ha entrado en erupción por sexta vez desde diciembre y ha despertado después de un letargo de 800 años en 2021. Las fuentes de lava pueden observarse en la nueva fisura eruptiva abierta en el sistema volcánico de Svartsengi, a 3 kilómetros al norte de Grindavík. La situación sigue siendo vigilada de cerca por las autoridades locales.