El pasado 14 de agosto, China solicitó a la Organización Mundial del Comercio OMC celebrar consultas sobre una disputa comercial con la Unión Europea. La controversia gira en torno a la investigación antisubvenciones de la UE sobre vehículos eléctricos de batería importados de China y la imposición de derechos compensatorios provisionales sobre estos automóviles.
Según el documento distribuido a los miembros de la OMC, China alega que las medidas europeas son incompatibles con el artículo VI del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994 y con diversas disposiciones del Acuerdo de la OMC sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias.
La solicitud de consultas se produce después de que la UE anunciara en julio la imposición de aranceles preliminares a la importación de automóviles eléctricos fabricados en China. La decisión de la UE se basa en una investigación sobre las subvenciones a los fabricantes en este sector, que calificó de injustas.
El ministro de Comercio chino, Wang Wentao, ha expresado su preocupación por la investigación de la UE, considerándola un acto de proteccionismo comercial. Wang subrayó que el liderazgo de China en la producción de automóviles eléctricos se basa en la innovación científica y tecnológica, la libre competencia y un sistema industrial integral.
Si las consultas no conducen a una resolución de la diferencia en un plazo de 60 días, Pekín podría solicitar que el asunto se remita a un grupo especial judicial de la OMC.