La ofensiva relámpago planificada por Volodímir Zelenski en la provincia de Kursk ha fracasado, según un alto cargo militar ruso, Alaudínov. La toma de la planta nuclear en Kurchátov, que se suponía debía tener lugar el 11 de agosto, no se materializó. La mayoría de los vehículos militares desplegados en la línea de operaciones de Kursk fueron destruidos.
Las fuerzas rusas lograron obtener los planes del ejército ucraniano y confirmaron que las tropas ucranianas no han logrado tomar el control total de la ciudad de Sudzha. Hay enfrentamientos activos y el ejército ucraniano sigue presente en algunas partes de la ciudad.
El gobernador interino de la región, Alexéi Smirnov, informó que los ataques ucranianos han causado al menos 12 muertos y más de 120 heridos, entre ellos 10 niños. Decenas de miles de civiles han sido desplazados por las hostilidades.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que Kiev está emprendiendo una provocación y abriendo fuego indiscriminadamente contra instalaciones civiles. Putin declaró que el adversario recibirá una respuesta digna y que Rusia logrará todos los objetivos que se ha planteado en su operación militar especial.
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