Tras la final de los Juegos Olímpicos disputada ayer en el Parque de los Príncipes entre Francia y España, el seleccionador galo sub-23 Thierry Henry, aunque en un primer momento lamentó profundamente no haber podido obtener el oro, ha ido matizando la derrota y destacando el valor de la medalla de plata y la buena impresión causada por su equipo durante el torneo.
La alegría y satisfacción de Henry con el rendimiento de su equipo quedó plenamente reflejada anoche cuando, de forma inesperada, se le vio en una faceta desconocida para la mayoría. El técnico se mostró más relajado y desinhibido de lo habitual, llegando incluso a bailar junto a sus jugadores en una pista de baile.
Imágenes difundidas en redes sociales por la selección francesa muestran a Henry disfrutando al máximo con dos de sus pupilos, Lukeba y Koné, demostrando que no le falta ritmo. Sin duda, el seleccionador galo ha sabido reconocer y celebrar el esfuerzo y el éxito de su equipo, a pesar de no haber logrado la medalla de oro.