El presidente de Colombia, Gustavo Petro, desveló este viernes los aspectos clave de su plan de reactivación económica, que se centra en la promoción de energías respetuosas con el medio ambiente y la descarbonización, así como en inversiones obligatorias que fomenten una economía próspera y productiva. Así lo manifestó durante su alocución en la clausura del Foro de Reactivación Económica, donde estuvieron presentes miembros del Gobierno, liderados por el Ministerio de Comercio, y representantes de cinco sectores clave de la economía colombiana: turismo, agricultura, vivienda, transporte y energía.
Petro destacó que la combinación de inversiones obligatorias con una ley de financiación bien organizada en torno a la transición hacia una economía productiva podría suponer una oportunidad de reactivación económica que revolucionaría el capitalismo y los modelos de producción. Estas inversiones obligatorias implican la asignación de una parte del ahorro público a actividades de producción, lo que resulta beneficioso para el sector bancario, ya que se está deteriorando su cartera en el actual contexto.
En relación con la descarbonización, Petro defendió un capitalismo libre de emisiones de carbono y señaló que el mundo ya no está comprando la misma cantidad de carbón que antes, ya que la tendencia es decreciente y no coyuntural. Por lo tanto, abogó por una transición hacia energías limpias, que proporcionaría una gran competitividad a la economía colombiana. En palabras del presidente: Debemos avanzar hacia nuevos métodos, nuevas ideas y nuevas perspectivas si queremos superar la crisis y contribuir a la construcción de una nueva economía.
Otro de los puntos clave de su discurso, que duró más de una hora, fue la reforma fiscal, que incluiría una reducción de la tasa impositiva de sociedades, y defendió la necesidad de un pacto social para la recaudación de impuestos. Además, Petro sugirió que esta ley de financiación podría suprimir los impuestos al turismo y las energías renovables, aunque matizó que sería necesario establecer nuevos impuestos en su lugar. En concreto, propuso imponer tasas a los combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón, una medida que la Corte Constitucional rechazó en el pasado y que, según Petro, obliga a presentar una nueva propuesta de reforma tributaria.
Estas iniciativas supondrían un cambio en el sistema de desarrollo de Colombia, al fomentar un capitalismo más sostenible y con nuevas formas de producción.