Las plantas de licuefacción de gas natural en Estados Unidos, ubicadas en zonas propensas a huracanes, podrían ser afectadas durante la temporada de tormentas, lo que podría interrumpir las exportaciones de gas natural licuado GNL y afectar a Europa occidental y Asia oriental. Estas regiones han aumentado su dependencia de los cargamentos de gas natural estadounidenses en los últimos años, especialmente debido al aumento de la demanda energética.
Un posible huracán de gran intensidad podría interrumpir las operaciones de GNL durante varias semanas, incluso si la tormenta no es particularmente fuerte. A esto se suma la incertidumbre sobre la política que adoptaría un futuro gobierno estadounidense en relación a las exportaciones de combustibles fósiles, especialmente de gas natural.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica NOAA prevé una temporada de tormentas más intensa de lo habitual, con entre cuatro y siete huracanes de gran intensidad. Esta situación se debe a una combinación de factores, como la persistencia del fenómeno La Niña, temperaturas oceánicas récord y un fuerte monzón en África Occidental.
Según ClearView Energy Partners, una consultora energética, alrededor del 90% de la capacidad de GNL de Estados Unidos es vulnerable a las interrupciones relacionadas con las tormentas, lo que equivale a más de 10.000 millones de pies cúbicos diarios de capacidad de exportación de GNL.
Este problema podría tener graves consecuencias para Europa y Asia, especialmente si se producen en la época más calurosa del verano. Ambas regiones ya están sufriendo las consecuencias de otras interrupciones del suministro energético en el mar Rojo y, si las hostilidades entre Israel e Irán se intensifican, quizás pronto en el estrecho de Ormuz.
La demanda de gas natural en Asia ha aumentado un 11,9% en los primeros cuatro meses de 2024, lo que ha llevado a un aumento de las exportaciones estadounidenses de GNL a China y Japón. Sin embargo, cualquier interrupción a corto plazo podría ser problemática, ya que haría subir aún más los precios del GNL y supondría un lastre para el crecimiento de Asia oriental.
Además, el Gobierno de Biden ha anunciado una pausa en la concesión de futuros permisos para proyectos de GNL en Estados Unidos, lo que podría exacerbar aún más la situación.