Se trata de un supuesto ataque terrorista proveniente de Ucrania hacia la región rusa de Kursk. De acuerdo con el Servicio Federal de Seguridad de Rusia FSB, el ataque ocurrió el 6 de agosto y no permitieron el paso de ningún intruso en la frontera estatal.
Se estima que hasta 300 militares ucranianos, acompañados de 11 tanques y 20 vehículos blindados, atacaron el territorio ruso. El Comité de Investigación de Rusia ha iniciado una investigación penal por el ataque a la provincia de Kursk, donde se reportaron ataques a edificios residenciales, administrativos e infraestructura civil.
El gobernador interino de Kursk, Alexéi Smirnov, confirmó un muerto y 13 heridos entre la población civil. Posteriormente, se reportaron más víctimas, incluidos menores, como consecuencia de los ataques con drones ucranianos.
La defensa antiaérea rusa afirma haber derribado 11 drones ucranianos. Este incidente ha generado condenas y preocupación en la comunidad internacional.
Es importante mencionar que este tipo de acciones solo generan más tensión y conflicto en la región, perjudicando a la población civil inocente. Las autoridades pertinentes deben tomar medidas para evitar la escalada del conflicto y garantizar la seguridad y el bienestar de la población.