Tras el inicio de la sesión, el Nikkei 225 experimentó un aumento del 11% en un momento, lo que equivale a casi 3.500 puntos, superando ampliamente el récord histórico de 2.677 establecido en octubre de 1990, según el canal de televisión NHK News. La caída del yen hasta los 145 yenes por dólar el 6 de agosto, en comparación con los 141 del 5 de agosto, el nivel más bajo en casi siete meses, impulsó el repunte del índice bursátil. Al final del 5 de agosto, el Nikkei 225 cayó un 12,4%, la mayor caída en un día jamás registrada, lo que también afectó a otras bolsas en todo el mundo. La fuerte caída en la bolsa de Tokio incluso eclipsó el lunes negro del 19 de octubre de 1987. De acuerdo con Kyodo, el mercado de valores sufrió un triple golpe el 5 de agosto. Datos decepcionantes desde Estados Unidos que avivaron los temores de una recesión, un aumento repentino de las tasas de interés por parte del Banco de Japón y la percepción de que la burbuja de la inteligencia artificial podría haber estallado.
La apertura del mercado bursátil japonés estuvo marcada por una fuerte subida, pero esto no duró mucho. El Nikkei 225 experimentó un gran aumento, solo para caer nuevamente. La recaída del yen, que alcanzó un mínimo de casi siete meses frente al dólar, parecía justificar el rebote del índice bursátil. Sin embargo, la fuerte caída del día anterior, la mayor en la historia del mercado, no pudo ser olvidada fácilmente. La caída del 5 de agosto incluso eclipsó el lunes negro de 1987. Los inversores estaban nerviosos y temerosos de una recesión, impulsada por datos decepcionantes desde Estados Unidos y la percepción de que la burbuja de la inteligencia artificial podría haber estallado. El Banco de Japón también contribuyó a la incertidumbre al aumentar repentinamente las tasas de interés.
En resumen, el mercado bursátil japonés abrió con una fuerte subida, pero rápidamente cayó. La recaída del yen y el nerviosismo de los inversores por una posible recesión y la burbuja de la inteligencia artificial llevaron a una gran volatilidad en el mercado. La caída del 5 de agosto fue la mayor en la historia del mercado y eclipsó el lunes negro de 1987. El Banco de Japón también contribuyó a la incertidumbre al aumentar repentinamente las tasas de interés.