Tras la admisión de culpabilidad de Néstor Soto en el asesinato de Catalina Gutiérrez, se han dado a conocer los intercambios de WhatsApp entre el joven de 21 años y Eleonora, la progenitora de la estudiante de arquitectura, ocurridos momentos después del crimen. A las 23.10 del miércoles 17 de julio, Eleonora envió un mensaje que decía: Hola, soy la mamá de Catu. Posteriormente, a las 23.10, Soto le comunicó a la madre que Catalina se encontraba en su domicilio. No obstante, se cree que el sospechoso habría llegado a su hogar a las 23:11.
Un detalle particular llamó la atención de Eleonora: Soto escribía y borraba mensajes en el chat, mientras grababa y no enviaba audios. Además, la geolocalización del teléfono de Catalina indicaba que su vehículo había estado cerca de la residencia de Soto. La madre también le informó que su hija había estado cerca de la casa del sospechoso.
Catalina tenía 21 años y era estudiante de arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba. Los investigadores creen que Soto llegó solo a su casa, aunque no han difundido el horario de llegada. Santiago Capdevila, uno de los abogados de la familia Gutiérrez, comentó sobre la comunicación: Estaba desorientado en las respuestas que daba, la madre se dio cuenta de inconsistencias, pero él trató de deshacerse del hecho de que estuvo con ella. Ella en ese momento le creyó.
El viernes, Néstor Soto, acusado de homicidio agravado por alevosía y violencia de género, fue trasladado desde la cárcel de Bouwer a Tribunales II para declarar ante el fiscal José Mana. Durante media hora, Soto confesó su responsabilidad en el asesinato de Catalina Gutiérrez. Al finalizar su declaración, su abogado Gastón Schönfeld confirmó la confesión de su cliente. Soto se limitó a confesar y pedir perdón a la familia de la víctima, afirmando: Me cagué la vida y le cagué la vida a la familia de Catalina.