En la demarcación territorial de Coyoacán, un individuo fue a punto de ser linchado por residentes descontentos con la delincuencia en aumento. El hombre fue acusado de intentar robar la batería de un automóvil estacionado cerca de un tianguis ubicado en Avenida del Imán 580, colonia Pedregal de Carrasco. Los comerciantes, hastiados de ser víctimas de robos, lo amarraron con cuerdas y lo colgaron de un árbol. Afortunadamente, la policía llegó al lugar y lo salvó de ser brutalmente golpeado.
Este incidente no es aislado, ya que en la Ciudad de México se han presentado varios casos de linchamientos relacionados con la comisión de delitos. La ONU ha condenado enérgicamente estas acciones, calificándolas de crueles y despiadadas. La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ONU-DH ha señalado que los problemas de inseguridad no se resuelven con linchamientos, ya que sólo aumentan la violencia e injusticia.
En un caso similar, en Perú, una multitud linchó a un hombre que intentó secuestrar a un padre con su hija. Estos incidentes demuestran la necesidad de que las autoridades tomen medidas efectivas para combatir la delincuencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos, en lugar de permitir que la ira y la violencia se impongan en la sociedad.