Chile anuncia medidas para reforzar su frontera norte frente a una potencial avalancha migratoria venezolana. El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, detalló la adquisición de camionetas, cuatrimotos, furgones y la instalación de un sistema de control biométrico de voz, rostro y huella digital. Además, se aumentará la capacidad de vigilancia aérea con la compra de drones y una nueva cámara para el avión vigía de Carabineros.
Desde febrero del año pasado, Chile mantiene su frontera militarizada para controlar la migración irregular, la cual se ha incrementado en los últimos tiempos, especialmente desde Venezuela. Desde el despliegue militar, más de 272.000 personas han sido controladas en la frontera norte del país.
Chile es uno de los países más atractivos para migrar en América Latina, con cerca de 1,6 millones de extranjeros, representando alrededor del 10% de la población total. Los venezolanos constituyen la mayoría de los extranjeros, seguidos de peruanos y colombianos.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, declaró que la eventual ola migratoria no sería inmediata, sino en las próximas semanas y meses. El gobierno ha mantenido conversaciones con otros países de la región para coordinar acciones conjuntas.
La victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de Venezuela ha sido impugnada por la oposición y la mayor parte de la comunidad internacional, que exigen transparencia y la publicación de las actas de votación. En respuesta a las críticas, Maduro ha exigido el retiro inmediato de las delegaciones diplomáticas de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, y ha retirado a todo su personal diplomático en estos siete países latinoamericanos.
El presidente chileno, Gabriel Boric, ha criticado la expulsión del personal diplomático, considerándola una demostración de intolerancia impropia de las democracias y dejando en el abandono a los más de 700.000 venezolanos que viven en Chile.