Valladolid, 30 de Julio. EUROPA PRESS - El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, ha anunciado hoy el fortalecimiento de la vigilancia policial en la localidad de Medina del Campo durante el pasado mes. El objetivo es desalentar y reducir los disturbios en los que se ven envueltos algunos miembros de la comunidad inmigrante. Después de una reunión con el alcalde de Medina del Campo, Guzmán Gómez, Canales declaró que se han producido recientemente agresiones y peleas que han generado inquietud entre los residentes, una preocupación que ha sido transmitida por el alcalde y el sector hostelero en diversas ocasiones.
Para abordar esta situación, se han desplegado unidades de prevención y reacción adicionales en la zona, que operan desde Valladolid por las tardes, noches y madrugadas. Su presencia se incrementará especialmente durante las próximas fiestas y eventos lúdicos. Además, se han intensificado las identificaciones de individuos sin estatus legal y se ha solicitado a la Inspección de Trabajo que refuerce las campañas de revisión de las condiciones laborales.
Canales ha señalado que estas medidas no solo están relacionadas con el aumento del consumo de alcohol entre la población inmigrante durante los fines de semana, sino también con otros factores como la precariedad laboral y la vivienda. Han detectado el uso de viviendas precarias, donde muchos inmigrantes residen y pernoctan, lo que provoca problemas de convivencia que pueden derivar en altercados en las calles.
Por ello, la Subdelegación del Gobierno se ha puesto en contacto con la Delegación Territorial de la Junta en Valladolid, que tiene competencias en Servicios Sociales y Vivienda, con el fin de analizar la situación y determinar las causas del aumento de conflictos, que pueden ser de convivencia, seguridad o orden público. Canales ha instado a la calma y ha defendido la colaboración entre todas las administraciones y cuerpos para abordar el problema y mantener la seguridad en Medina del Campo.
Ha subrayado que Medina del Campo es una ciudad segura que, como cualquier otra, tiene sus propios desafíos. La localidad también necesita a la población inmigrante, ya que las empresas de Medina y de la comarca requieren mano de obra y estos trabajadores necesitan medios de subsistencia. En definitiva, se necesitan mutuamente.