El planeta experimentó una ola de calor récord a finales de julio, siguiendo 13 meses de temperaturas sin precedentes, con un promedio de 1,5 °C superior al del período preindustrial. Este calor extremo tuvo consecuencias trágicas en varias regiones del mundo. En Arabia Saudita, al menos 1.300 personas perdieron la vida durante la peregrinación islámica a La Meca. India también sufrió pérdidas significativas, con decenas de trabajadores electorales fallecidos durante las recientes elecciones. Incluso en los Estados Unidos, las muertes relacionadas con el calor en la ciudad de Phoenix se duplicaron en comparación con el mismo período del año anterior.
La Organización de las Naciones Unidas ha identificado el uso de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, como la principal causa del cambio climático global. Estos combustibles son responsables de más del 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y de casi el 90% de todas las emisiones de dióxido de carbono. A pesar de esto, los países occidentales ricos, incluidos los Estados Unidos y el Reino Unido, están liderando una expansión hipócrita del uso de combustibles fósiles, según un informe de The Guardian.
Este comportamiento es especialmente alarmante considerando que las naciones ricas se han comprometido a cumplir con el Acuerdo de París sobre el cambio climático y a impulsar la transición hacia fuentes de energía más limpias. Sin embargo, en 2023, estos países concedieron 825 nuevas licencias de extracción de petróleo y gas, lo que representa la mitad del total mundial. Los países en desarrollo, que han contribuido menos al cambio climático, son los que más han sufrido sus efectos negativos. Por otro lado, las naciones desarrolladas, históricamente responsables de la crisis climática, se benefician del uso de combustibles fósiles y eligen el beneficio económico sobre la salud del planeta.
Esta situación socava los esfuerzos mundiales para abordar la emergencia climática y pone de manifiesto la necesidad de un cambio urgente hacia fuentes de energía más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.