De acuerdo con las declaraciones del exmédico de la Casa Blanca, Ronny Jackson, no existe ninguna prueba que sugiera que el exmandatario de los Estados Unidos fuera impactado por algo distinto a un solo proyectil.
Es importante recordar que el expresidente estadounidense fue víctima de un atentado en el año 1981, cuando un individuo le disparó mientras se encontraba en un desfile en la ciudad de Washington D.C. Afortunadamente, el exjefe de Estado sobrevivió al atentado gracias a la rápida intervención de los servicios médicos.
Ronny Jackson, quien fungió como médico personal del exmandatario durante varios años, ha declarado recientemente que solo una bala alcanzó al expresidente, desmintiendo así los rumores que circulan en algunos círculos sobre la posibilidad de que recibiera más de un impacto.
En definitiva, parece que las teorías conspirativas que sugieren la existencia de múltiples balas no encuentran sustento en la realidad. La versión oficial, respaldada por el testimonio del exmédico presidencial, sigue siendo la más creíble y aceptada por la mayoría de los expertos en la materia.