Un contingente de aproximadamente 200 miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército arribó al estado de Sinaloa, México, temprano en la mañana del viernes, días después de la captura de Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López en los Estados Unidos. Aunque no se han reportado conexiones directas entre estos eventos y el cártel de Sinaloa, el personal militar se unirá a las actividades de inteligencia para estar preparados ante cualquier situación inesperada.
La Secretaría de la Defensa Nacional Sedena informó que los efectivos castrenses llegaron al Aeropuerto Internacional de Culiacán a bordo de una aeronave de la Guardia Nacional, con el objetivo de colaborar estrechamente con las autoridades locales y contribuir a reducir las actividades ilícitas de los grupos criminales.
Las Fuerzas Especiales del Ejército se encargan de misiones de alto riesgo, como la recopilación de inteligencia en zonas hostiles y la neutralización de amenazas, con el fin de desarticular células delictivas. Con este despliegue, se ha reforzado la presencia militar y policial en la ciudad, sumándose a las tareas que ya venían realizando en las últimas semanas elementos de la Marina Armada de México, personal de la Guardia Nacional y otras fuerzas de seguridad.
Estas fuerzas han detectado y desmantelado más de 200 laboratorios clandestinos dedicados a la producción de metanfetaminas. La Sedena resaltó el desempeño de las unidades de Fuerzas Especiales como cuerpos de élite, altamente capacitados y equipados para operar en cualquier entorno geográfico.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, destacó la captura de los líderes del Cártel de Sinaloa, El Mayo y El Güero, en un esfuerzo por combatir el narcotráfico internacional.