Michelle Martini, una joven ingeniera civil venezolana, teme más a un triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio que a subirse a un avión por primera vez en su vida. Ella, como muchos jóvenes en Venezuela, ven escasas oportunidades de crecimiento en el país y consideran que su futuro está en otro lugar.
Para Michelle, la posibilidad de prosperar económicamente en Venezuela es casi nula, y el sueño de tener una casa, un carro y formar una familia se ha vuelto imposible debido a los bajos salarios. Sin embargo, un cambio en la presidencia podría significar una mejora en su calidad de vida y la de muchos venezolanos.
La socióloga Ligia Bolívar explica que la permanencia de Maduro en el poder podría llevar a una nueva ola migratoria, ya que la ciudadanía lo percibe como la continuación de una crisis humanitaria y persecución política. Bolívar cita un informe de la organización HumVenezuela, publicado en noviembre de 2023, en el que se estimaba que, bajo un contexto político incierto, casi tres millones de personas estarían dispuestas a migrar. Sin embargo, con un panorama más claro en abril de 2024, el porcentaje de personas considerando irse de Venezuela aumentó entre un 25% y 40% si Maduro permanece en el poder.
La separación de familias y la pérdida de talento humano son algunas de las consecuencias de esta nueva ola migratoria. Los países receptores también se verían afectados, ya que muchos aún no han generado las capacidades necesarias para acoger adecuadamente a la población venezolana.
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