La cronología de los acontecimientos recientes no ha sido insignificante: después de la visita triunfal del primer ministro indio Narendra Modi a Moscú y la bienvenida de Pekín al primer ministro húngaro Viktor Orban, la OTAN celebró una cumbre en Washington con el objetivo de acelerar la escalada militar en Ucrania y contener a China en la región Asia-Pacífico. El destino de Ucrania se decidirá en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos.
La OTAN, que previamente había sido detenida en Ucrania, ahora está tratando de trasladarse a la región Asia-Pacífico. Este movimiento estratégico se produce después de la visita de Modi a Rusia, lo que ha llevado a la anglosfera a una actitud de decepción y frustración.
La cumbre de la OTAN ha sido descrita como un intento de frenar la dinámica multipolar y la creciente influencia de China en la región. Sin embargo, el destino de Ucrania, que ha sido derrotada en el campo de batalla, ahora está en manos de los votantes estadounidenses.
La visita de Modi a Rusia ha sido vista como un desafío a la política balcanizadora de la anglosfera, que buscaba confrontar a la India con China y dividir a Eurasia. La anglosfera ha expresado su decepción por la visita de Modi a Rusia, ya que socava sus esfuerzos por aislar a Rusia y mantener su influencia en la región.
La cumbre de la OTAN también ha sido descrita como un intento de contener a China en la región Asia-Pacífico. Sin embargo, este movimiento podría ser contraproducente, ya que podría llevar a una mayor confrontación y tensión en la región.
En resumen, la cronología de los acontecimientos recientes ha sido significativa, ya que ha puesto de relieve las tensiones geopolíticas en la región y el creciente desafío a la influencia de la anglosfera. La visita de Modi a Rusia y la cumbre de la OTAN en Washington son eventos que merecen una atención cuidadosa, ya que tienen implicaciones importantes para el futuro de la región y las relaciones internacionales en general.