La Comisión Europea ha diseñado un plan dentro del Plan de Acción para la Democracia con el objetivo de combatir injerencias extranjeras en la producción de noticias, mediante la creación de un escudo europeo para la democracia. Este escudo pretende proteger la libertad, transparencia y pluralismo de los medios de comunicación, y luchar contra la desinformación a través de una red europea de agencias de verificación de noticias.
La iniciativa busca reforzar la unidad de comunicación estratégica adscrita al Servicio de Acción Exterior de la UE, que se encarga de detectar narrativas inapropiadas y solicitar su eliminación. La decisión final corresponde a los países miembros.
En España, el anuncio de Von der Leyen coincidió con el debate sobre cómo frenar la desinformación en la política nacional, especialmente en determinados tabloides digitales que reciben subvenciones públicas. El tema es de gran relevancia tras el amago de renuncia de Pedro Sánchez y el cerco mediático en torno a su esposa.
En este contexto, el presidente español esbozó las líneas maestras del Plan de Acción por la Democracia, que abordará cambios en los ámbitos del poder ejecutivo y los medios de comunicación, así como reformas en la legislación para reforzar la libertad de expresión y garantizar el derecho a la información veraz.
Sin embargo, las palabras de Sánchez plantean una contradicción, ya que el plan europeo implica la distribución de carnets de fiabilidad entre los medios y la censura previa, lo que atenta contra el artículo 20 de la Constitución Española.
Por otra parte, el Ejército español ha elaborado un informe sobre un supuesto ecosistema de desinformación de Rusia en España, que analiza los focos emisores de argumentarios, declaraciones y bulos entre febrero y agosto de 2022. El informe identifica 18 narrativas rusas distribuidas a través de cuatro pilares, como representaciones diplomáticas rusas, plataformas creadas en Rusia o financiadas por el Kremlin, plataformas creadas por ciudadanos españoles o rusos residentes en España, cámaras de comercio, fundaciones, centros de formación, y agentes de influencia en diversos medios de comunicación.
El informe señala la existencia de 279 focos emisores de información prorrusa y de 191 agentes de influencia, muchos de los cuales tendrían relevancia pública y la capacidad de multiplicar la desinformación.