Tras la sorprendente derrota de Italia frente a Suiza en los cuartos de final de la Eurocopa, celebrado en Berlín 2-0, pocos valientes se atrevieron a mostrar su rostro y dar explicaciones a la prensa. El guardameta Donnarumma, Cristante y Darmian fueron los únicos que se atrevieron a comparecer en la zona mixta, después del fracaso de la campeona vigente. Incluso la leyenda del fútbol italiano, Buffon, actual jefe de delegación de la selección, se negó a hacer declaraciones.
El legendario portero de la Juventus, Buffon, optó por guardar silencio y llamó a otros a hablar en su lugar, pero sus palabras cayeron en saco roto. Según el corresponsal de Repubblica, Bellanova suspiraba después de dos semanas en Alemania sin jugar un solo minuto, Pellegrini y Mancini se escondían detrás de dos jefes de prensa, mientras que Raspadori enviaba mensajes.
La ausencia de la mayoría de los jugadores en la zona mixta habla por sí sola y deja en evidencia la falta de carácter y responsabilidad de la selección italiana. Una situación lamentable que deja muchas preguntas y pocas respuestas.