Increíble pero cierto La tranquila ciudad de Oviedo se sacude con un escándalo de proporciones épicas. La policía ha desmantelado una red de hurto y apropiación indebida en la Agrupación de Protección Civil
Todo comenzó cuando dos individuos, supuestamente miembros de la agrupación, decidieron ayudarse a sí mismos a un festín de enriquecimiento ilícito. Se llevaron diez cascos y tres linternas de la sede de la agrupación, ubicada en los bajos del mítico estadio de fútbol Carlos Tartiere Pero no se detuvieron allí, amigos míos. Estos objetos no eran cualquier cosa Los cascos tenían un valor de mercado de más de 600 euros cada uno y las linternas no se quedaban atrás, con un precio por encima de los 200 euros. Una verdadera fortuna en equipo de protección civil
Pero, cómo pudieron llevar a cabo semejante hazaña La respuesta es simple: aprovecharon su fácil acceso a la estancia donde se guardaba el material y su posesión de las llaves de acceso. Un plan maestro que les permitió llevarse los objetos en distintos momentos, evitando así levantar sospechas
Pero la historia no termina allí. Uno de los detenidos tuvo la desfachatez de anunciar los cascos en plataformas de venta de objetos de segunda mano, llegando a vender un total de diez de ellos. Un beneficio que ronda los mil euros Pero aquí está el detalle: el valor real de los cascos estaba muy por encima de ese importe. Una verdadera estafa a sus compradores incautos
Los cascos fueron adquiridos por terceras personas de diferentes lugares del territorio nacional, lo que dificultó aún más la localización de los objetos robados. Pero la policía no se rindió y finalmente pudo dar con los sospechosos.
Durante la investigación, se descubrió que uno de los autores llegó a denunciar estos robos, con la intención de desviar la atención de los investigadores hacia otros objetivos. Pero la policía no se dejó engañar y pudo desentrañar la tapadera de su actividad ilegal
Finalmente, los dos sospechosos fueron detenidos y se les imputó un delito de hurto y otro de apropiación indebida, respectivamente. Los hechos fueron puestos en conocimiento del Juzgado de Guardia. Una historia que deja a todos boquiabiertos