El rugbier condenado por el asesinato de Fernando Báez Sosa, Matías Benicelli, ha roto su silencio con una emotiva carta, en la que niega su participación directa en el crimen y se declara víctima de estar en el lugar y momento equivocado. A través de la carta, Benicelli se desmarca del violento grupo que acabó con la vida del joven de 19 años y pide perdón en su nombre.
En la misiva, Benicelli menciona a sus seres queridos, describiendo a su madre como amorosa y a su padre como su ejemplo de trabajo, esfuerzo y dignidad de vida. También aprovecha para agradecer el apoyo que recibe de su familia en estos momentos difíciles, mientras cumple su condena en prisión.
Benicelli insiste en que no formó parte del pelotón de fusilamiento que arrebató la vida de Fernando y que no buscaba peleas con otros grupos. Sin embargo, reconoce que algunos de sus acompañantes actuaron de manera imprudente y que esas acciones tuvieron consecuencias trágicas.
El rugbier también ha aprovechado la oportunidad para pedir perdón a los padres de Fernando, a pesar de sentir que hacerlo podría ser visto como una hipocresía. Además, ha invocado a Dios para que devuelva la paz a ambas familias y ha pedido que Fernando sea recordado como un mártir que sacrificó su vida para acabar con la violencia en los lugares públicos y privados.
Esta carta se produce después de que Benicelli cambiara de abogado y presentara un recurso de nulidad en abril. En su presentación, Benicelli confirmó que tenía un testigo clave a su favor y que su exdefensor, Hugo Tomei, había propuesto presentarlo durante el juicio. Sin embargo, Benicelli afirma que nunca se le informó sobre las manchas de sangre de Fernando encontradas en su ropa, y que su defensa se opuso a que declarara para no perjudicar la situación de sus coacusados.