El pasado fin de semana, la emocionante final de la Champions League femenina reunió a más de 50.000 espectadores en San Mamés, donde los fervientes seguidores del Barça celebraron con júbilo su tercer título, el segundo consecutivo, en la competición continental de alto nivel
Aunque el fútbol femenino experimenta un crecimiento notable, aún no alcanza las cifras vertiginosas del fútbol masculino, que se encuentra en otra galaxia en términos de financiación y recompensas. Por ejemplo, el Real Madrid o el Dortmund, que disputarán la final en Wembley, recibirán la friolera de 20 millones de euros sólo por ganar el partido, mientras que el Barça, tras vencer al Lyon, se llevó a casa un premio de sólo 350.000 euros. Una diferencia abismal de 57 veces
La disparidad se hace aún más evidente al comparar los premios por participar en la competición. En la Champions League masculina, los equipos reciben 15,6 millones de euros por participar, 2,8 millones por victoria y 930.000 euros por empate. Por otro lado, en la Champions League femenina, los equipos reciben 400.000 euros fijos por participar, 50.000 euros por victoria y 17.000 euros por empate. Una brecha difícil de ignorar
Además, las entradas para la final masculina en Wembley son significativamente más caras que las de la final femenina en San Mamés. La entrada más cara para la final de Bilbao costaba 45 euros, mientras que la más barata para Wembley es de 70 euros. Una verdadera locura
En definitiva, aunque el fútbol femenino está en auge, aún queda un largo camino por recorrer antes de alcanzar la paridad con el fútbol masculino en términos de financiación y recompensas. A por ello, valientes