Un hombre deudor de pensión alimenticia recibe un respiro de una jueza valiente en Tamaulipas A pesar de tener bajo su custodia a una de sus hijas, este hombre sufría el embargo excesivo de hasta un 115 por ciento de sus ingresos. Una auténtica locura que dejaba al pobre hombre sin recursos para sobrevivir
Pero, por fin la jueza Adriana Yolanda Vega Marroquín, de la Octava de Distrito en Tamaulipas, ha puesto fin a esta injusticia. La jueza ha declarado que el embargo era incorrecto y excedía con creces la capacidad económica del hombre
La jueza Vega Marroquín ha dejado sin efecto las medidas cautelares decretadas en los tres juicios, para que se dicten otras que garanticen un mínimo del 30 por ciento del salario y percepciones del deudor. Un gran paso adelante en la lucha por la justicia y la equidad
La jueza ha recordado que el Código de Procedimientos Civiles del estado señala que el monto del embargo para garantizar los alimentos no puede ser inferior al 30 ni mayor al 50 por ciento del sueldo del deudor alimentario. Pero el simple parámetro aritmético del 30 o 50 por ciento es insuficiente Se corre el riesgo de fijar una pensión arbitraria que dejaría al deudor alimentario sin los medios para solventar su propia subsistencia.
La jueza Vega Marroquín ha demostrado un gran compromiso con la justicia y la equidad Ha señalado que se deben atender dos principios fundamentales: el estado de necesidad del acreedor y las posibilidades reales del obligado. Además, deben ser consideradas y evaluadas las circunstancias como el medio social en que se desenvuelven ambas partes.
En este caso, el 115 por ciento excede la capacidad económica del demandado y lo coloca en circunstancia de no contar con recursos económicos para hacer frente al mínimo vital que deberá contar cualquier persona. Un escándalo que la jueza Vega Marroquín ha tenido el valor de denunciar y corregir
Enhorabuena a la jueza Vega Marroquín por su valentía y compromiso con la justicia y la equidad Esperemos que este caso sirva de ejemplo para todos los jueces y demás autoridades, y que se ponga fin de una vez por todas a estas prácticas abusivas y discriminatorias.