En la capital española, un policía nacional que participó en la investigación de Pompeyo González, el jubilado burgalés acusado de enviar cartas bomba a diversas instituciones, declaró que González era un individuo muy meticuloso y podría haber borrado pruebas antes de su detención. La Fiscalía solicita una pena de 22 años de cárcel para González por un delito de terrorismo con lesiones y un delito de fabricación, tenencia, colocación y empleo de artefactos explosivos con fines terroristas.
El testigo reveló que González era conocido por tomar siempre precauciones de seguridad y ser sumamente meticuloso. Dos días antes de su arresto, comenzó a comportarse de manera extraña, lo que llevó al agente a sospechar que González podría haber notado la presencia policial y haber aprovechado la oportunidad para limpiar su casa y deshacerse de las pruebas. El agente señaló que algunas de las pruebas podrían haber sido fácilmente destruidas, ya que eran pequeñas y podrían haber sido desechadas por el inodoro.
Además, el testigo declaró que González llevaba entre cinco y diez clavos grandes en el momento de su detención. Los investigadores encontraron la bolsa de basura que contenía los clavos poco después de su arresto. El rastreo de los sobres llevó a los investigadores a la provincia de Burgos y a la ciudad de Miranda de Ebro, lo que les permitió centrar su atención en Gonzázlez. Los agentes también encontraron etiquetas y bisagras pequeñas en los paquetes, que coincidían con las que González había comprado en Amazon antes de los ataques.
Otro agente declaró que González se había descargado manuales de fabricación de explosivos y había visto videos de alguien que había enviado paquetes similares. La investigación contra González comenzó el 30 de noviembre de 2022, después de la explosión en la Embajada de Ucrania en Madrid. La primera hipótesis fue que el autor intentaba influir en la postura de España en la guerra de Ucrania.
La sesión de este lunes también incluyó el testimonio de una trabajadora de la Embajada de Ucrania que colaboró en la evacuación del edificio después de la explosión. La testigo declaró que el hombre herido en la explosión decidió ir al hospital por su cuenta y no esperar a los médicos. La vista oral se reanudará este martes con el testimonio del trabajador de la Embajada de Ucrania que resultó herido. La declaración de Pompeyo González será la última antes de las conclusiones finales y el turno de última palabra.