
El ex jefe del Cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero, y uno de los líderes del Cártel de Juárez, Vicente Carrillo Fuentes, también conocido como el Viceroy, regresarán a la Corte federal de Brooklyn, Nueva York, esta semana. Caro Quintero comparecerá el miércoles 25 de junio para conocer si la Fiscalía solicitará la pena de muerte en su contra, mientras que Carrillo Fuentes lo hará el martes 24 de junio para enfrentar cargos por crimen organizado, tráfico de cocaína, uso de armas de fuego y lavado de dinero.
Ambos narcotraficantes mexicanos fueron entregados por el gobierno mexicano a las autoridades estadounidenses en febrero, en un hecho sin precedentes ya que no contaban con el amparo del tratado de extradición vigente entre ambos países.
Caro Quintero está acusado por delitos graves como el tráfico de drogas, posesión de armas de fuego y por ser uno de los responsables intelectuales y materiales del secuestro, tortura y asesinato del agente especial de la DEA, Enrique Camarena, hace 40 años. Por su parte, Carrillo Fuentes es acusado de los mismos delitos, así como de lavado de dinero y de liderar una empresa criminal dedicada al narcotráfico entre 1990 y 2014.
Las autoridades estadounidenses han enfatizado la responsabilidad de Caro Quintero en el asesinato del exagente de la DEA, por lo que su proceso ha sido tomado como una bandera de lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada. El equipo de fiscales a cargo de su caso es el mismo que llevó los casos contra Joaquín El Chapo Guzmán y Genaro García Luna.
Carrillo Fuentes se enfrenta a acusaciones de la misma gravedad que El Chapo Guzmán y El Mayo Zambada, y los fiscales han señalado que la gravedad de los cargos que se le imputan también podrían ser meritorios de una pena capital. No obstante, han indicado que todas las opciones, incluyendo soluciones alternas, estarían sobre la mesa.
En las fechas previas a su nueva audiencia, el equipo de defensa de Caro Quintero se ha reforzado con dos nuevas abogadas neoyorquinas, Virginia G. Álvarez y Cristina Álvarez, además de los abogados Mark S. DeMarco y Elizabeth E Macedonio. Este último ha sido elegido específicamente por la Corte para negociar con los fiscales la posibilidad de desistir de una pena de muerte.
En definitiva, ambos narcotraficantes mexicanos enfrentan una justicia implacable en los Estados Unidos, y se espera que se haga justicia por los delitos cometidos y el dolor causado a las víctimas y a la sociedad en general.,