La comunidad de la vereda Coralina, ubicada en Moniquirá, se prepara para una marcha pacífica el 9 de octubre con el objetivo de manifestar su desaprobación a la construcción de una subestación eléctrica de 11534,513,8 kV planificada por la Empresa de Energía de Boyacá EBSA. Los residentes de la vereda se sienten preocupados por los posibles impactos negativos en el ambiente, la economía y la cultura local que podría acarrear la construcción de la subestación.
El anuncio de la construcción de la subestación se llevó a cabo en una reunión en la escuela de la vereda Coralina el 15 de septiembre, donde se presentaron los objetivos, alcance y especificaciones técnicas del proyecto, etapas, componentes del estudio de impacto ambiental y presentación de contratistas a cargo del estudio de impacto ambiental. Sin embargo, los habitantes de la vereda argumentan que la EBSA solo hizo mención al impacto ambiental y omitió los impactos socioculturales y económicos que tendrá en la comunidad.
La vereda Coralina es un territorio rodeado por quebradas como La Naranja, La Zapatera y La Capona, fuentes hídricas que abastecen de agua a los acueductos de varias veredas y se utilizan para actividades agropecuarias. Los residentes temen que la construcción de la subestación afecte estas fuentes hídricas y a su vez, afecte los proyectos agropecuarios, turísticos y educativos de la región.
Además, el predio donde se construiría la subestación se encuentra en una zona con concentración de viviendas y los propietarios han invertido en proyectos agropecuarios con el fin de fortalecer sus negocios. La subestación y sus redes afectarían bruscamente los propósitos de cada persona, como viviendas, instalaciones para albergar animales, cultivos, apicultura, entre otros.
La comunidad también señala que la construcción de una subestación eléctrica y las líneas de alta tensión generan impactos ambientales significativos, como la segmentación y fragmentación del territorio, alteraciones al paisaje, ecosistemas, fauna y flora, alteración a los suelos e incomodidades al entorno, y que requiere consumo de recursos naturales, generación de residuos, contaminación al aire, suelo y agua.
Por lo tanto, la comunidad de la vereda Coralina llevará a cabo una marcha pacífica el próximo 9 de octubre en contra de la construcción de la subestación eléctrica. La manifestación está prevista para las 8:30 de la mañana y el punto de encuentro es el Centro de Acopio.
La EBSA, por su parte, ha manifestado que la construcción de la subestación es necesaria para mejorar la calidad del servicio de energía para Moniquirá y toda la provincia de Ricaurte, y que permitirá una conexión directa al Sistema Eléctrico de EBSA, lo que facilitará una atención más rápida y oportuna en el restablecimiento del servicio. La empresa también ha señalado que las subestaciones eléctricas no atraen o generan rayos y que la frecuencia de la subestación no supera los 60 Hz, mientras que la mayoría de los equipos electrónicos operan a frecuencias más altas. Además, estudios científicos han demostrado que la frecuencia de los campos electromagnéticos de la infraestructura eléctrica, que es de 60 Hz, no causa afectaciones a la salud.,