La imagen de superpolicía que Genaro García Luna construyó durante su tiempo en cargos públicos en México se derrumbó el 21 de febrero de 2023 cuando fue encontrado culpable de favorecer al Cártel de Sinaloa en sus operaciones de tráfico de drogas ante la Corte de Brooklyn, Nueva York. El ex secretario de Seguridad Pública, quien fue considerado como el arquitecto de la Guerra contra el Narcotráfico durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón, podría pasar el resto de su vida en una prisión estadounidense.
García Luna ha sido vinculado con el narco a través de sobornos, regalos y secuestros, de acuerdo con las pruebas presentadas en su juicio. Sin embargo, desde su reclusión en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, el ex funcionario aseguró haber sido juzgado injustamente y que el veredicto en su contra se basó únicamente en los testimonios de ex cabecillas criminales, a los que se deslindó.
La defensa de García Luna ha argumentado que las declaraciones de los testigos colaboradores de la fiscalía no están respaldadas por evidencia material y podrían estar motivadas por beneficios judiciales, visas estadounidenses para sus familias e incluso como una forma de venganza.
Uno de los testigos clave en el juicio de García Luna fue Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, quien afirmó haber presenciado la entrega de millonarios sobornos por parte del Cártel de los Beltrán Leyva al ex secretario a cambio de protección. Además, El Grande reveló que Arturo Beltrán Leyva, líder del cártel, secuestró a García Luna y siguió pagándole sobornos.
Otro testigo fue Reynaldo Zambada García, hermano de Ismael El Mayo Zambada y mejor conocido como El Rey, quien afirmó haber entregado sobornos a García Luna a cambio de protección gubernamental para las operaciones del Cártel de Sinaloa.
Óscar Nava Valencia, El Lobo, ex líder del Cártel de Los Valencia, también testificó en contra de García Luna y aseguró haberle entregado personalmente tres millones de dólares en 2008.
El último testigo en desfilar por la corte fue Harold Poveda, un narcotraficante colombiano conocido como El Conejo, quien dio cuenta sobre las detenciones ilegales durante la gestión de García Luna como titular de la SSP. El Conejo afirmó haber sido torturado por policías federales vestidos de civil después de su detención en 2010.
A pesar de las pruebas en su contra, García Luna insiste en su inocencia y ha argumentado que las personas que testificaron en su contra son criminales responsables de atrocidades como homicidios, secuestros, tortura y narcotráfico. La decisión de sentenciarlo o de considerar los argumentos de su carta está únicamente en manos de las autoridades estadounidenses.,