El pasado domingo 29 de septiembre, cientos de residentes de Culiacán, Sinaloa, se congregaron en el Desarrollo Urbano Tres Ríos, específicamente en el bulevar Enrique Sánchez Alonso, para participar en una marcha por la paz. Esta manifestación se llevó a cabo 20 días después del inicio de un conflicto armado entre facciones rivales del Cártel de Sinaloa, el cual ha provocado un aumento de la violencia en la capital del estado.
La marcha se organizó en respuesta a los recientes acontecimientos violentos y con el objetivo de crear conciencia sobre la necesidad de un esfuerzo conjunto entre la sociedad y las autoridades para restaurar la tranquilidad en Culiacán. Los asistentes llevaban pancartas y gritaban consignas que clamaban por el fin de la violencia, mientras recorrían esta zona pública.
La activista Estefanía López Corral, del colectivo Culiacán Valiente, fue una de las oradoras principales durante la marcha. Ella resaltó la necesidad urgente de que las autoridades y la sociedad trabajen juntos para abordar el problema de la inseguridad en la ciudad. Además, hizo hincapié en la importancia de implementar políticas públicas que prevengan el delito y la violencia, así como aumentar los presupuestos asignados a la seguridad pública, los cuales actualmente representan menos del 5% del presupuesto público total.
López Corral también destacó que el miedo sigue siendo una realidad en la vida diaria de los ciudadanos de Culiacán, subrayando la necesidad de que tanto los ciudadanos como el gobierno trabajen en conjunto para poner fin a la inseguridad. La marcha por la paz no solo buscó honrar a las víctimas de la violencia reciente, sino también iniciar una conversación más amplia sobre la necesidad de cambios profundos en materia de seguridad pública en Sinaloa.
Desafortunadamente, en medio de este clima de violencia, se han reportado aumentos en los delitos contra comercios en el centro y las zonas conurbadas de Culiacán. Según Óscar Sánchez Beltrán, presidente de la Unión de Comerciantes de Culiacán, esta situación se debe a la ausencia de policías municipales, quienes se encuentran en una revisión de armamento por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional. Aunque las autoridades estatales y federales han asumido el control de la seguridad, su enfoque ha sido principalmente atender los hechos violentos relacionados con la guerra entre facciones del cártel de Sinaloa, dejando un vacío en la protección de los comercios frente a la delincuencia común.
En un trágico giro de los acontecimientos, el mismo día de la marcha por la paz, se abandonó una camioneta con cinco cuerpos en Culiacán, Sinaloa, lo que demuestra la urgencia de abordar este problema de violencia en la región.,