El pasado 19 de septiembre, Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular de España, se reunió con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en Roma. Esta reunión tuvo lugar en un contexto en el que la inmigración se ha convertido en el problema más preocupante para los españoles, desplazando al desempleo a la tercera posición en las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas de España CIS.
Según los datos del CIS, un 30,4% de la población española cita a la inmigración como el principal problema del país, frente al 16,9% que lo hacía en julio y al 5,7% que lo hacía hace un año. Este cambio en las preocupaciones de los españoles ha llevado a que la cuestión migratoria tenga una gran presencia en el debate público y en los discursos políticos.
Núñez Feijóo justificó su reunión con Meloni por su deseo de conocer de primera mano la política migratoria de Italia, la cual ha logrado disminuir en un 60% el número de inmigrantes irregulares en el país. Por su parte, España ha visto un aumento del 60% en el número de inmigrantes irregulares durante el mismo periodo. El líder del Partido Popular defendió una política migratoria sin etiquetas ideológicas, pero contundente con la inmigración irregular y en lucha contra las mafias que trafican con personas.
Esta reunión y las declaraciones de Núñez Feijóo han supuesto un acercamiento del Partido Popular a las posiciones de Meloni y de su partido, Hermanos de Italia, en materia migratoria. Este acercamiento se produce en un contexto en el que Giorgia Meloni se encuentra a la cabeza de un partido considerado como heredero del fascismo mussoliniano, pero que se ha integrado plenamente en el armazón de la UE.
La política migratoria de Meloni incluye la externalización de la acogida temporal de inmigrantes, la suscripción de acuerdos con los países de salida y un endurecimiento de las condiciones en las que operan las ONG que rescatan a migrantes en el mar Mediterráneo. Una de las medidas más destacadas es la construcción en Albania de dos centros de identificación y acogida temporal para solicitantes de asilo, con una capacidad mensual para albergar a 3.000 personas.
En contraste, los flujos irregulares hacia las islas Canarias España se han incrementado en un 123% en el mismo espacio de tiempo, según muestra el informe quincenal del Ministerio del Interior. Por otro lado, la política italiana de puertos cerrados obstaculiza y limita las acciones de rescate marítimo de las ONG, a las que se les obliga a informar previamente de sus rescates y a las que se les asigna puertos lejanos para el desembarco de migrantes.
En un contexto en que la UE incorpora a su estructura de mando ejecutivo a un miembro de Fratelli dItalia con toda naturalidad, no es extraño que el PP intente en España disputar espacios políticos mediante un discurso hasta ahora atribuido casi en exclusividad a la ultraderecha. Cabe entonces deducir que el tema de la inmigración va a ser clave de cara a próximas citas electorales.,