Han pasado ocho días desde que las alertas en las radios dieron luz verde para que civiles armados ingresaran en Culiacán, desatando múltiples jornadas violentas como parte de un conflicto interno en el Cártel de Sinaloa. Dos de las familias más poderosas del estado, Los Guzmán y Los Zambada, están involucrados en este enfrentamiento.
Según informes de los periodistas Luis Chaparro y Carlos Raeb Morales para MILENIO, un lugarteniente identificado como El Comanche, de la facción liderada por Ismael Zambada Sicairos, alias El Mayito Flaco, habría dado la orden de iniciar una batalla contra Los Chapitos por el control de Culiacán.
Los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, se encuentran en el ojo del huracán tras ser señalados de participar en una supuesta traición que llevó a las autoridades estadounidenses a capturar a Ismael El Mayo Zambada el pasado 25 de julio. La versión más creíble sobre su captura es que fue víctima de un secuestro coordinado por Joaquín Guzmán López, hermano de Iván, Alfredo y Ovidio y uno de los líderes de la facción de Los Chapitos.
La disputa por el control de Culiacán ha llevado a una ola de violencia en la ciudad, con ráfagas de disparos, narcobloqueos, enfrentamientos armados y múltiples alertas que han mantenido a los habitantes bajo fuego durante los últimos ocho días. La situación ha llevado a la cancelación de los festejos con motivo del Día de la Independencia de México y a la suspensión temporal de las clases.
La Fiscalía General del Estado de Sinaloa ha contabilizado once homicidios en Culiacán y Elota entre la madrugada del sábado 14 y la tarde del 15 de septiembre. Uno de los episodios más destacados durante el fin de semana fue el hallazgo de cinco cadáveres de hombres de aproximadamente 30 años de edad al sur de la capital sinaloense, específicamente frente al parque acuático Splash Club.
La violencia en Culiacán ha aumentado desde la captura de El Mayo, y los símbolos expuestos en las escenas del crimen marcan la pauta para entender el conflicto en la entidad. Elementos como sombreros y pizzas han sido utilizados en las escenas del crimen, lo que sugiere un cambio en el discurso de la violencia contemporánea en México.
La Doctora en Antropología por la Universidad de Columbia y licenciada en Relaciones Internacionales por El Colegio de México, Natalia Mendoza Rockwell, realizó un análisis que apunta a los medios de comunicación, agentes del Ministerio Público y expertos en seguridad como los encargados de interpretar la evidencia de hechos delictivos para situarlos dentro de una narrativa. Según la experta, en las explicaciones de los móviles de episodios violentos protagonizados por grupos delictivos suele predominar el control de rutas y plazas, así como el castigo a la deserción o a la traición.
Este análisis confirma la disputa que existe entre dos de las facciones más poderosas del Cártel de Sinaloa: La Chapiza y La Mayiza. Sin embargo, ninguna de las dos escisiones se ha adjudicado textualmente los crímenes, y serán las investigaciones las que confirmen el involucramiento de las respectivas facciones en disputa en aquellos crímenes.