En los últimos días de la actual administración estatal en Guanajuato, se cierra un sexenio marcado por la violencia contra los elementos de la policía. De acuerdo con la organización Causa en Común, de septiembre de 2018 a septiembre de 2024, se han registrado un total de 382 asesinatos de policías en la entidad. La mayoría de estos crímenes han sido cometidos contra policías municipales, aunque también se incluyen a miembros de la Fuerza de Seguridad Pública del Estado y de la Guardia Nacional desplegados en la región.
El gobernador Diego Sinhue Rodríguez asumió el cargo el 26 de septiembre de 2018, y desde entonces hasta diciembre de ese mismo año, se reportaron 20 asesinatos de policías. En 2019, la cifra aumentó a 73, y en 2020 se alcanzó un récord de 84 homicidios de policías. A pesar de que en 2021 la cifra disminuyó a 54, en 2022 volvió a aumentar con 50 asesinatos, y en los primeros nueve meses de 2024 ya se contabilizan 41 muertes de policías.
Es preocupante destacar que, durante este periodo, Guanajuato solo dejó de ocupar el primer lugar a nivel nacional en homicidios de policías en 2022, cuando fue rebasado por Zacatecas. Sin embargo, en los años previos y posteriores, la entidad se mantuvo como la más violenta para ejercer esta profesión.
Aunque las autoridades locales han atribuido parte de la violencia contra los policías al desmantelamiento del Programa de Fortalecimiento para la Seguridad FORTASEG por parte del gobierno federal en octubre de 2020, lo cierto es que la violencia contra los policías en Guanajuato ya era un problema antes de esa fecha.
Cuando Miguel Márquez Márquez entregó el cargo a Diego Sinhue Rodríguez en 2018, la entidad ya encabezaba la lista de violencia homicida contra elementos de la policía, con 66 asesinatos en 2018. Además, Márquez solo dejó unas Fuerzas Estatales de Seguridad Pública con 1,200 efectivos, mientras que hoy en día se cuenta con 4,200.
En ciudades como Celaya, donde se concentra el 50% de los ataques contra policías y agentes de tránsito, los grupos de delincuencia organizada han emprendido una cacería contra ellos, incluso contratando a ex militares colombianos para asesinarlos.
En resumen, Guanajuato cierra un sexenio marcado por la violencia contra los elementos de la policía, con cifras récord de asesinatos y una situación que sigue siendo preocupante para quienes ejercen esta profesión en la entidad.