El mencionar el apellido Ibrahimovic inevitablemente evoca imágenes de uno de los delanteros más sobresalientes de las últimas tres décadas. Zlatan Ibrahimovic ha sido, sin duda, un jugador que muchos soñarían tener en su equipo de videojuegos. Su altura, su capacidad de anotar con ambas piernas, su calidad, carisma, liderazgo y su habilidad para anotar goles impensables lo han convertido en un ídolo.
Tras su retiro, el Milan ha vuelto a ilusionarse con un Ibrahimovic que los lleve a la gloria, aunque en esta ocasión se trata de Maximilian Ibrahimovic, su hijo de 17 años. Maximilian juega en el equipo Primavera del Milan y, aunque todavía es joven y necesita tiempo para desarrollarse, ya ha mostrado destellos de su talento.
En el partido ante el Empoli, Maximilian anotó un gol de gran calidad, similar a los que solía anotar su padre. Le pegó con la izquierda desde el límite del área, con fuerza y a la escuadra, demostrando que el talento hereditario puede ser una realidad.
Mientras tanto, en otras noticias, Samu Omorodion anotó un gol que le dio la victoria al Oporto, y Fernando Gabarró Puado está haciendo historia con su futuro por resolver. Sergio Escario ha informado sobre estos y otros acontecimientos deportivos recientes.