La próxima generación de conectividad inalámbrica promete ser significativamente más rápida que la actual red 5G. Se espera que esta nueva tecnología sea capaz de transmitir y recibir datos a una velocidad de entre 40 y 72 gigabits por segundo. Para poner esto en perspectiva, esto es muchas veces más rápido que las redes 5G actuales, lo que significa que podríamos ver descargas de archivos y transmisiones de video en tiempo real mucho más rápidas y fluidas.
Es importante tener en cuenta que estas velocidades aún no se han logrado en condiciones reales y que aún queda mucho trabajo por hacer antes de que esta tecnología esté disponible para el público en general. Sin embargo, los expertos en la industria están entusiasmados con el potencial de esta nueva generación de conectividad inalámbrica y esperan ver avances significativos en los próximos años.
En resumen, la próxima generación de redes inalámbricas promete ser mucho más rápida que la actual red 5G, lo que podría tener un gran impacto en la forma en que utilizamos internet en nuestra vida diaria.