Bajo el descontento generalizado hacia el gobierno de Netanyahu en Israel, se han desatado protestas en Tel Aviv por segundo día consecutivo. El descontento se debe a la percepción de que las consideraciones de seguridad del gobierno pueden resultar en la muerte de israelíes, según el Dr. Ori Goldberg, experto en política israelí.
La ira en las calles se ha intensificado después de la muerte de seis rehenes el sábado, lo que ha puesto de manifiesto la contradicción entre la destrucción de Hamás y el regreso de los rehenes. Aunque la mayoría de los israelíes no tienen una alternativa clara al gobierno de Netanyahu, la muerte de los rehenes ha cambiado el estado de ánimo y el ambiente en el país.
El Dr. Goldberg también ha señalado que la consideración del gobierno como un factor hostil en las calles israelíes es una novedad, y que aunque los ciudadanos apoyan en diversos grados la idea de una guerra contra Hamás, las muertes de los rehenes la semana pasada han alterado la situación.
Además, Goldberg ha sugerido que las negociaciones de alto el fuego entre Israel y Hamás estaban estancadas incluso antes de la muerte de los rehenes, pero ha señalado que Netanyahu podría ceder a la presión estadounidense y aceptar la propuesta de acuerdo de alto el fuego elaborada por la Administración Biden.
Por otro lado, Luciano Zaccara, profesor asociado adjunto de la Universidad de Georgetown en Catar, ha afirmado que es poco probable que las protestas en Tel Aviv provoquen la renuncia de Netanyahu, y que ponen de relieve una creciente polarización dentro de la sociedad israelí. Zaccara también ha señalado que es poco probable que las protestas afecten las negociaciones entre Israel y Hamás, ya que Netanyahu no parecía estar demasiado preocupado por la oposición de una parte de la sociedad desde el principio.