A pesar de la creciente tendencia hacia las ventas en línea y las descargas de libros electrónicos, un librero tradicional en la ciudad de León, España, ha logrado mantenerse a flote. La librería Libros Oblómov, de solo 30 metros cuadrados y sin escaparate, ha atraído la atención gracias a su nombre, que rinde homenaje al personaje principal de la novela rusa del siglo XIX Oblómov, escrita por Iván Goncharov. El dueño de la librería, Felipe Ménguez, es un apasionado lector de literatura rusa y ha seleccionado una amplia variedad de títulos en este género para ofrecer en su tienda.
Libros Oblómov no solo vende libros usados en su tienda física, sino que también tiene presencia en línea para competir con las ventas en Internet. La librería ofrece una amplia variedad de géneros, desde narrativa y arte hasta ensayos, teatro, ciencia y literatura infantil y juvenil. Además de vender libros, Libros Oblómov también publica una revista literaria local llamada Cuadernos de Oblómov, donde escritores y periodistas locales pueden publicar sus obras de forma desinteresada.
A pesar de la creencia popular de que los españoles no son grandes lectores, un estudio reciente ha demostrado que alrededor del 68% de los españoles mayores de 14 años leen libros, y este porcentaje se ha mantenido estable en los últimos años. Además, el número de lectores frecuentes ha aumentado un 4,8% desde 2012. Sin embargo, el estudio también revela que el 35,9% de los consultados afirma no leer nunca o casi nunca.
La librería Libros Oblómov ha logrado atraer a una gran cantidad de jóvenes lectores gracias a su cercanía a un instituto de enseñanza secundaria. Los estudiantes suelen comprar libros que son de lectura obligatoria en sus clases, pero también vuelven a por otros. La librería también ha tenido éxito en atraer a lectores mayores, lo que demuestra que la lectura es una actividad disfrutada por personas de todas las edades.
En resumen, a pesar de las dificultades que enfrentan los libreros tradicionales en la era digital, la librería Libros Oblómov ha logrado mantenerse a flote gracias a su enfoque en la literatura rusa y su compromiso con la comunidad local. La librería demuestra que hay un mercado para los libros usados y que la lectura sigue siendo una actividad popular en España.