La reconocida psicóloga y presentadora de televisión, Marcela Vacarezza, junto a su esposo Rafael Araneda y sus hijos, Martina, Vicente, Florencia y Benji, han experimentado una oleada de felicidad debido al éxito de su podcast Tenemos que hablar. Tras el cierre exitoso de su primera temporada, con casi dos millones de visualizaciones, la familia ha anunciado que habrá una segunda temporada en octubre.
Marcela, hablando desde Miami, expresó su alegría y agradecimiento por la respuesta positiva del público, especialmente en Chile. Inicialmente, la familia no estaba segura de cómo sería recibido el programa en YouTube, ya que no tenían suscriptores ni antecedentes en esa plataforma. Sin embargo, el cariño especial que el público chileno les tiene y la conexión que sintieron mientras grababan los episodios los llevaron a tener un gran éxito.
El podcast se convirtió en una verdadera terapia familiar, donde cada miembro pudo expresar sus pensamientos y opiniones de manera abierta y honesta. Marcela mencionó que, aunque tenían una idea general de lo que hablarían, no sabían cómo reaccionarían los demás. Esto llevó a momentos sorprendentes y anécdotas que, de otra manera, no habrían salido a la luz.
Uno de esos momentos fue cuando Marcela se enteró de una reunión secreta que sus hijos tuvieron con Rafael durante la pandemia, mientras la familia estaba en Chile y él ya vivía en Estados Unidos. Aunque este tema generó mucho revuelo, Marcela lo ve como una parte importante de su historia y una prueba de la unión de su familia.
La familia también abordó temas difíciles, como la crisis que experimentaron durante la pandemia. Marcela explicó que, aunque Rafael encontró difícil vivir solo en Estados Unidos, ella tuvo que enfrentar el desafío de mantener a sus hijos adolescentes bajo control durante el confinamiento. A pesar de las dificultades, lograron superar la situación y seguir adelante.
En cuanto a su vida personal, Marcela habló sobre la decisión de Florencia de mudarse a Chile. Aunque inicialmente sintió tristeza, se siente tranquila porque Florencia está viviendo en un edificio donde vive su tía y está rodeada de amigas. Además, está haciendo un buen trabajo con sus redes sociales y su rol como influencer.
A pesar de que la familia no tiene planes de regresar a Chile en el corto plazo, Marcela mencionó que ninguna de estas decisiones es irreversible y que siempre tendrán una casa abierta para Florencia. Por ahora, Rafael seguirá trabajando en Miami, ya que recientemente firmó un contrato por un año y medio más con la radio Pudahuel en Chile.